miércoles, 17 de noviembre de 2010

Jesús

A mediados de 1969, se abrió un gran salón de fiestas, para bodas, bautismos y convenciones, en la sierra española de Guadarrama. En pleno banquete de inauguración, se hundió el piso, se derrumbó el techo y los invitados quedaron sepultados bajo los escombros. Hubo cincuenta y dos muertos. El local había sido construido con subsidios del Estado, pero sin licencia oficial, ni proyecto registrado, ni arquitecto responsable.

El propietario y constructor del efímero edificio, Jesús Gil y Gil, marchó preso. Pasó entre rejas dos años y tres meses, a quince días por muerto, hasta que fue indultado por el generalísimo Franco. No bien salió de la cárcel, Jesús regresó a sus negocios y continuó sirviendo al progreso de la patria en el ramo de la construcción.



Algún tiempo después, este empresario se hizo dueño de un club de fútbol, el Atletico de Madrid. Gracias al fútbol, que lo convirtió en personaje de la televisión y le dio popularidad, Jesús pudo abrir camino a su carrera política. En 1991, fue electo alcalde de Marbella, con la mayor votación de España. En su campaña electoral, prometió que limpiaría de rateros, borrachos y drogatas este centro turístico consagrado al sano esparcimiento de jeques árabes y mafiosos internacionales especializados en el tráfico de armas y de drogas.

El Atlético de Madrid continúa siendo la base de su poder y de su prestigio, aunque el equipo pierde con demasiada frecuencia. Los directores técnicos no duran más que un par de semanas. Jesús Gil y Gil consulta el asunto con su caballo Imperioso, un corcel albo y muy semental:
- Imperioso, hemos perdido.
- Lo sé, Gil.
- ¿Quién tiene la culpa?
- No lo sé, Gil.
- Sí que lo sabes, Imperioso. La culpa es del técnico.
- Pues échalo.


Fragmento del libro "El fútbol a sol y a sombra", de Eduardo Galeano (1995).

lunes, 15 de noviembre de 2010

La liga española, a contracorriente.

Después de la última jornada disputada en las diferentes ligas del fútbol europeo, queda aún más claro que el rumbo que ha decidido tomar el campeonato español poco o nada tiene que ver con el que predomina en el resto de las ligas más importantes del continente.

Lio Messi superó al Villarreal con dos goles

Real Madrid y Barcelona han vuelto a imponerse a sus rivales y ya se erigen como únicos aspirantes al título liguero tras la victoria de los culés ante el Villarreal, hasta ahora tercera vía, pero que ya ve como el conjunto madridista, líder de la categoría, le aventaja en seis puntos. La superioridad que los dos primeros clasificados están exhibiendo en sus encuentros no hacen presagiar que ni el Villarreal ni ningún otro equipo pueda disputarles la victoria final.

Una bicefalia que amenaza con repetir las puntuaciones casi centenarias de la temporada pasada, marcando así una tendencia que no existe en ninguna otra gran liga europea. Y es que, en ninguna de ellas el reparto de los ingresos en materia de derechos televisivos es tan desigual como en nuestro país. La confirmación de que una liga más igualada y atractiva sería posible con unos ingresos más repartidos la tenemos en cualquiera de las cuatro ligas que destacan junto a la española en el panorama futbolístico europeo.

Thomas Micola, jugador del Brest (de blanco), en un partido ante el Sochaux

No sólo eso, sino que incluso en Francia y Alemania las tablas de clasificación están dominadas por equipos que, en principio, no contaban en las apuestas.Quizá el de la liga gala es el caso más curioso: sólo seis puntos separan al líder, el recién ascendido Stade Brestois, con el duodécimo clasificado, el Auxerre. En España, esa misma diferencia es la que separa al primero con el tercero de la tabla. Los grandes favoritos de la Ligue 1, el Olympique de Lyon y el Olympique de Marsella se encuentran en la sexta y séptima posición, eso sí, a sólo tres puntos del primero. Un Stade Brestois que sólo cuenta en su palmarés con diez participaciones en la máxima categoría del fútbol francés y que no presenta ningún futbolista conocido para el gran público.

Shinji Kagawa, sensación del Dortmund en la presente Bundesliga

No es el mismo case que en Alemania, donde el Borussia Dortmund ha marcado el terreno desde el principio y que distancia en siete puntos a segundo y tercero, y en doce al dominador del fútbol germano, el Bayern de Munich. Sin embargo, sí es destacable cómo un equipo que ha estado cerca de la quiebra no hace muchos años ha logrado reestructurarse y poder armar  un equipo competitivo, gracias en buena parte al reparto justo de los derechos de televisión y al apoyo de una de las hinchadas más fieles del país. Es el retorno de un clásico a la lucha por los títulos, algo que siempre es atractivo para el público. También hay que recordar al campeón de la Bundesliga en 2009, el Wolfsburgo, un club sin palmarés hasta entonces.


Tras muchos años de dominio absoluto del Inter de MIlán en el campeonato italiano, esta temporada se ha abierto el abanico. Lidera el Milán, cuyo último triunfo data de la temporada 2003/2004, aunque quien dominaba la categoría hasta este fin de semana era el Lazio, club con ciertos paralelismos con el Dortmund. Como los alemanes, comenzó a cotizar en Bolsa, y como ellos, la situación económica se convirtió en crítica, agravada por los escándalos financieros de la familia Cragnotti, dueña entonces dle club y de la compañía Cirio, que quebró. Años después también le salpicaría el Moggigate. En las últimas temporadas, el equipo romano parece haber retomado el pulso, consolidándose este año en la zona alta de la tabla y  con la victoria en la Copa de Italia en 2009. En tercera posición se sitúa el Nápoles, que hace sólo seis años desapareció por  deudas.

Asamoah Gyan, en la goleada del Sunderland al Chelsea

En Inglaterra, el presente campeón es también líder en la actualidad. Pero este fin de semana se ha dado un hecho impensable en nuestro país. El Sunderland, ahora quinto clasificado, goleó al Chelsea en su propia casa con un 0-3. El Manchester City, pese a sus gastos millonarios en vereno, no pasó del empate sin goles ante el Birmingha, tercero por la cola, y el Manchester United, uno de los equipos con más ingresos del mundo, tampoco pudo con el Aston Villa. Los tres primeros, Chelsea, Arsenal y United están en un margen de tres puntos, en lo que seguro será una liga disputada.

Mientras, en España no sólo no toman nota, sino que están a punto de prolongar la agonía de una competición a la que sólo aspiran dos clubes. El nuevo acuerdo televisivo aumentará los ingresos para todos los equipos, pero también aumentará las diferencias entre los dos grandes y el resto. España está condenada a una liga a la "escocesa", que corre el peligro de no interesar ni dentro ni fuera del país.

martes, 26 de octubre de 2010

De buenos y malos

Durante los diez últimos días las tertulias deportivas, esos contenedores de "expertos" que de todo opinan pero de poco saben, han estado marcadas por dos asuntos de trascendencia discutible y de variopintas interpretaciones.


El primero de ellos fue la decisión de Mourinho y Guardiola, sobre todo del segundo, de no dejar a los ugadores españoles campeones del mundo acudir a Oviedo a recoger el Premio Príncipe de Asturias, 24 horas antes de un partido de liga. El más actual, la convocatoria del propio Pep Guardiola para el partido de Copa del Rey contra el Ceuta, un club que milita en la 2ª división B, en la que el entrenador ha decidido prescindir de sus principales jugadores para tirar de su equipo filial. Guardiola arguye razones de descanso para una serie de hombres que acumulan una carga importante de partidos en sus piernas, y en algunos casos, arrastran el cansacio provocado por el Mundial y la escasez de vacaciones durante el verano. Tampoco se trata de un desplazamiento cómodo. La expedición culé necesita hasta tres horas para llegar a la Ciudad Autónoma, teniendo que recurrir a helicópteros para tomar tierra. El aterrizaje de vuelta en Barcelona está calculado para las cuatro de la madrugada.

El cuerpo técnico del Barcelona, inmerso en una vorágine de partidos que se suceden cada tres días,  aprovecha cualquier oportunidad para dar descanso a sus mejores jugadores, que coinciden en ser los más fatigados. Sin embargo, portavoces del Ceuta han mostrado su malestar por la decisión de los culés, que consideran un desprecio ante la ilusionada afición de la ciudad, que se ha dejado un buen dinero en adquirir las entradas para el partido. Todo ello acompañado por un agravante: la decisión del entrenador del eterno rival, José Mourinho, de llevarse a Murcia a algunas de sus estrellas, con Íker Casillas y Cristiano Ronaldo al frente, en lo que ha sido considerado un "gesto de grandeza" del club y, concretamente, del entrenador portugués:"Mourinho engrandece la Copa", se puede leer.


El hecho de que el Barcelona no convoque a sus principales jugadores para la primera eliminatoria de la Copa del Rey no es un hecho noticiable ni merecedor de crítica alguna. Todos los equipos de primera división lo hacen, lo han hecho y lo seguirán haciendo. Incluso equipos de 2ªB recurren a los suplentes, ya que no consideran la Copa un torneo en el que tengan que gastar sus fuerzas, al considerar que no tienen posibilidad alguna, algo provocado por ellos mismos al aceptar jugar las eliminatorias a doble partido a cambio de compensaciones económicas de la Federación.

Es la insana espiral de enfrentamiento que la prensa deportiva española establece en cualquier aspecto que involucre a los dos grandes del fútbol español la que provoca que hechos hasta ahora normales se vistan de supuestos desprecios y vanidades mal entendidas. Es la necesidad que tienen de señalar a un bueno y a un malo en todo lo que ocurra. Guardiola mea colonia, Mourinho es un chulo, Pep es indiscutible, Mou es un grandísimo profesional. No hay medias tintas.

viernes, 8 de octubre de 2010

Una pasión endeudada

El modelo de negocio del fútbol no es sostenible. Según un estudio de la consultora AT Kearney, si la liga inglesa, la española y la italiana operaran como empresas corrientes, tendrían que declararse en bancarrota en un período que no superaría los dos años. Mientras que gobiernos, sectores económicos y compañías acometen reformas para mitigar los efectos de la crisis financiera, el deporte rey continúa viviendo en una burbuja que parece aislada de la coyuntura económica.


En España, esta burbuja no sólo afecta a los propios equipos, sino a la Administración, principal responsable de la situación actual. Al inicio de los años 90 era aprobada la Ley del Deporte, que obligaba a los clubes deportivos profesionales con deudas a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas, con el fin de garantizar la transparencia del deporte profesional. Dicha ley abrió la puerta a empresarios que, al no tener que responder con su patrimonio, estiraban la capacidad de endeudamiento de unos clubes que a su vez les proporcionaban popularidad y mayores posibilidades a sus negocios. Además, durante la última década se sucedían los acuerdos entre administraciones locales y clubes para acometer recalificaciones urbanísticas millonarias, que les proporcionaban una fuente de ingresos desorbitada y que los consistorios esperaban compensar gracias al sector de la construcción. La crisis española del ladrillo ha acabado por romper un negocio jugoso para ambos.

En 1992 la deuda del deporte profesional español era de 172 millones. Hoy, sólo el fútbol debe 3.000 millones de euros, más de 600 a Hacienda y 4 a la Seguridad Social.

 
Ante ello, el Parlamento español ha instado al Gobierno a tomar medidas para cobrar la deuda del fútbol. El Bloque Nacionalista Gallego pactó con el PSOE un texto que propone establecer un límite salarial y de gasto en fichajes, algo impensable en un fútbol donde sus dos principales clubes, Real Madrid y FC Barcelona, han gastado en diez años 1.022  y 700 millones de euros, respectivamente, sólo en fichajes. Ni Madrid ni Barcelona se rigen por la Ley de Sociedades Anónimas, por lo que no están sujetos a un control estricto de sus cuentas por parte de terceros y,  gracias a su capacidad para generar ingresos y al aval de su patrimonio, tienen una capacidad de endeudamiento casi ilimitada. La deuda de Madrid y Barcelona puede superar, en ambos casos, los 600 millones de euros.

El fútbol inglés se ha consolidado en los últimos años como el campeonato más atractivo. Los ingresos de sus equipos en materia de derechos televisivos han supuesto un reclamo para inversores extranjeros que veían en éste un negocio redondo. Buen ejemplo de ello es el Manchester City, desde 2008 controlado por Sulaiman Al-Fahim, un jeque árabe que amasa una fortuna de unos 23.000 millones de dólares. Desde su llegada al club, ha gastado casi 600 millones de euros en fichajes, sueldos y remodelación de las infraestructuras. En el último ejercicio económico ha declarado 140 millones de pérdidas, “ninguna sorpresa” para su director ejecutivo. 

Su vecino, el Manchester United, arrastra una deuda de más de 800 millones de euros y el histórico club del Liverpool, inmerso en su peor crisis deportiva en 46 años, no puede hacer frente a los préstamos que tiene contraídos con el Royal Bank of Scotland y Wells Fargo, que llegan a unos 300 millones de euros y que vencen en el mes de octubre


Los clubes ingleses acaparan el 56% de las deudas del fútbol europeo y la pasada temporada el Porstmouth, institución con 110 años de historia, se convirtió en el primer equipo inglés en ser administrado judicialmente tras suspender pagos. Uno de sus últimos dueños fue, precisamente, quien ahora controla el Manchester City.

La burbuja ya ha estallado en las categorías más humildes del fútbol, donde jugadores y entrenadores anónimos pagan las negligencias de un negocio que vive por encima de sus posibilidades. Aún está por llegar, más temprano que tarde, el verdadero “crack” del fútbol, y no se trata de un Messi o un Ronaldo en ciernes. Las deudas crecen sin parar y los perjudicados no serán empresarios ni políticos. Serán los clubes y, por tanto, los aficionados, que invierten algo más importante que el dinero: su pasión incondicional.

Artículo escrito para el Centro de Colaboraciones Solidarias http://ccs.org.es/

Publicado en:
Revista Fusión (España)
El independiente de Hidalgo (México)
Hora Cero (Panamá)
Opinión y Noticias (Venezuela)
El Mercurio (Ecuador) 
Diario RumboSur (Argentina) 
La Patria (Bolivia) 
El Diario (Bolivia)

miércoles, 9 de junio de 2010

Así se presenta Sudáfrica


click para ampliar

Artículo  escrito para la Revista Savia nº74

martes, 16 de marzo de 2010

Y de repente, la Champions


De puntillas, casi de forma inesperada. Así vuelven los octavos de final más largos de la historia de la Liga de Campeones. Justo hace un mes se inauguraban con el inicio del fin de la superproducción (en Europa), y mañana acabarán con el partido del F.C. Barcelona. Un mes y un día de eliminatoria, cuya atracción no ha sido, ni mucho menos, la de años anteriores.


 La nueva fórmula inventada por Platini, que alarga la primera ronda eliminatoria durante cuatro semanas. dicen que está destinada a dar un mayor descanso a los jugadores. Lo que se esconde detrás son los ya habituales intereses televisivos, que permiten a los detentores de los derechos de cada país a televisar más partidos por ronda. En la ida, TVE televisó los partidos de Madrid y F.C. Barcelona, mientras que las autonómicas se tuvieron que conformar con el partido del Sevilla y el Oporto-Arsenal para llenar el cupo. Cuatro partidos de los ocho. Los otros cuatro fueron emitidos por GolT. Lo mismo ocurre en la vuelta: el Real Madrid fue emitido por las autonómicas, el Sevilla-CSKA en TVE y el F.C. Barcelona también por autonómicas.

 
Con el modelo antiguo, que concentraba toda la ronda en dos semanas consecutivas, sólo se hubieran podido emitir en abierto cuatro partidos, dos en la ida y dos en la vuelta. Además, dado que GolT sólo tiene un canal, sólo podría haber emitido cuatro partidos en directo. Por tanto, hubieran sido 4 en abierto, 4 de pago, y 8 en diferido Este año, 8 en abierto, 8 de pago, y ninguno en diferido. Más partidos, más audiencia, mejor para las televisiones (excepto para TVE que, se supone, ya no puede hacer negocio con la publicidad) y mejor para la UEFA, que pide más dinero a cambio.

Si no has logrado entenderlo del todo, quien escribe lo apunta en su debe. Pero una cosa sí es clara: el número de partidos de la Liga de Campeones es el mismo que el del año pasado. ¿Dónde está el descanso?  Y lo que es aún más notorio: la pérdida de emoción de la mayor competición de clubes del mundo. Años atrás, hubiera sido casi impensable que partidos de Ligas locales e incluso de UEFA se hubieran jugado el mismo día que uno de Liga de Campeones, que monopolizaba la actualidad deportiva todos los martes y miércoles. Así ocurrió el martes 23 con un Manchester United-Ham, mientras que Barcelona, Stuttgart, Olimpiakos y Girondins se jugaban su futuro europeo. O una semana antes, con un Everton-Sporting de Portugal de Europa League coincidiendo, por ejemplo, con el Lyon-Real Madrid.


La pérdida de emoción es evidente, pese a que los audimetros digan lo contrario (sólo en los casos de Real Madrid y Barcelona). Un caos organizativo que, como el partido de los lunes, no beneficia ni a jugadores ni a afición. Sólo a los de siempre. A los dueños del fútbol moderno. 

miércoles, 10 de marzo de 2010

Un debate que traspasa fronteras

Mi amigo Juanan me pasa este vídeo. Mucho se está hablando últimamente sobre Victor Valdés. ¿Merece ir con la selección española? ¿Es injusto Del Bosque convocando a porteros de nivel inferior? La última reacción del seleccionador nacional fue: "No he sentido la necesidad de convocar a Valdés".

El debate ha llegado hasta... ¡¡¡Noruega!!! como diría el Marca. No, en realidad la canción ya tiene un tiempo pero no está mal sacarla a la palestra en estos meses de pre-mundial.

martes, 9 de marzo de 2010

Van Gaal, el señalado

Una de las actividades más repetidas de nuestro pais, y por tanto, de nosotros sus habitantes, es la de poner etiquetas a según qué personajes. Si consideramos al fútbol como una parte más de todas las que conforman y definen una sociedad, el deporte rey no queda exento de tal ejercicio. El “entorno” (léase prensa) del fútbol español es capaz de echar abajo fichajes por cuestionar la calidad de un jugador internacional, pedir la cabeza del entrenador del mejor Real Madrid desde tiempos de Di Stéfano, o hacer que el presidente más incompetente de un equipo de la Primera División tenga una imagen de esforzado y simpático gestor futbolístico.

Si hoy en España pensamos en Louis Van Gaal, entrenador del Bayern de Münich, no pensamos en un ganador de seis ligas nacionales, una Liga de Campeones, una UEFA y una Copa Intercontinental, entre otros títulos. Cuando oímos “Louis Van Gaal”, quizá se nos vengan a la cabeza sus broncas en las salas de prensa, también en los entrenamientos, o su particular manera de vivir los partidos, todo ello, fruto de una arrolladora personalidad y una pasión que invade todos los rincones de su actividad diaria.

Pero, la carrera de un entrenador con su palmarés, en especial la liga conseguida con un equipo como el AZ Alkmaar, no puede quedar reducida a un conjunto de tópicos, me temo, inamovibles. Pese a su aparente agriedad (inexistente, según dicen, en la distancia corta), Van Gaal siempre se ha caracterizado por su gusto por el fútbol de ataque. Ganó dos ligas con el F.C. Barcelona con un 3-4-3, y en el Bayern de Münich no duda en alinear, cuando a Ribéry le apetece jugar, al extremo francés junto a Robben, el “bien-vendido”, y dos delanteros natos, a elegir entre el sobrevalorado Mario Gómez, el croata Olic y el descubrimiento de la temporada, Thomas Müller. Precisamente, otra de sus cualidades es la de no dudar en mirar a la cantera. Junto a Müller, Van Gaal ha dado la titularidad a  Holger Badstuder y, en los últimos partidos, ha hecho lo propio con el joven lateral Diego Contento. En la última joranada, que enfrentó al Bayern con el Colonia, también hizo debutar a sus 17 años al mediocampista David Alaba, una de las grandes promesas de la cantera. Y, si echamos la vista atrás, recordaremos que fue Van Gaal el que hizo debutar a un tal Xavi Hernández, a un tal Carles Puyol, a un tal Víctor Valdés o a un señor llamado Andrés Iniesta, columna vertebral del Barça de las seis copas, y a los que se recurre para decir aquello de lo que tanto presume la prensa afín para ensalzar el sextete: un equipo de cantera, y no de cartera. Algo de mérito tendría el señor Van Gaal, ¿no?. También sería bueno recordar con qué jugadores ganó la Liga de Campeones con el Ajax: canteranos de la cantera Ajacied que se convirtieron en grandes figuras del fútbol europeo de los 90 y principios del siglo XXI. Hoy, tiene al Bayern de Munich líder de su liga tras un mal arranque y la poca ayuda de alguno de sus jugadores.

Louis Van Gaal, un excelente entrenador que aúna carácter y buen gusto futbolístico al que, me temo, no volveremos a ver en España. Malditas etiquetas.

viernes, 22 de enero de 2010

They've got Fábregas

La europa futbolera asiste en los últimos meses a la definitiva explosión de Cesc Fábregas. Durante esta semana,  el capitán del Arsenal ha llevado al liderato (con un partido más) a un equipo con un potencial menor que sus rivales de la zona noble de la Premier y acosado por las lesiones. Sin el apoyo ofensivo de Van Persie, constantemente maltratado por sus problemas físicos, Fábregas es la única referencia visible para un equipo al que le urge ganar un título. Y lejos de afectarle, la teórica presión que conlleva la capitanía a su edad de un club histórico como el Arsenal F.C. le ha hecho mejor jugador. Probablemente, el mejor de la Premier League en la actualidad, y el más en forma de Europa. Su épica exhibición ante el Aston Villa, con dos goles marcados en 23 minutos, quedará en la retina de los aficionados 'gunners' durante mucho tiempo. Es el máximo goleador y asistente de su equipo. El mejor, un ídolo en el Emirates, que le homenajea entonando el 'We´ve got Cesc Fábregas" a ritmo de 'La donna é mobile". Aún así, no está claro, ni mucho menos, que vaya a ser titular en el mundial con la selección española.





Poco a poco, Fábregas ha ido aumentando su importancia en la selección campeona de Europa, en gran medida, por las lesiones que Iniesta, Silva o Torres han tenido en los últimos meses. Con todo el plantel en forma, no parece que Del Bosque vaya a renunciar a jugar con el delantero de Fuenlabrada acompañando a David Villa. En la medular, es fijo un mediocentro de corte defensivo, que será Segio Busquets. Y por delante, tres jugadores clave en la última Eurocopa: Xavi, Iniesta y Silva, siendo la titularidad de éste último la única dudosa.


Pero. ¿no tiene sitio el mejor centrocampista del momento en Europa? Debería tenerlo. Y el sacrificado debería ser Fernando Torres. El delantero del Liverpool está viviendo una temporada de pesadilla, tanto por el mediocre rendimiento de su equipo en todas las competiciones, como por sus frecuentes lesiones. Su balance goleador en la fase de clasificación tampoco ayuda (cero), pero es su rendimiento general, no solo goleador, con la roja lo que debería hacer dudosa su presencia en los onces iniciales en el Mundial. No parece el mismo jugador que deslumbra en Inglaterra: controles fallidos, malas elecciones en los pases, ocasiones clamorosas que acaban en nada... Güiza y Negredo, jugadores que apenas han gozado de minutos, han anotado más goles que él. Su aportación se limita a abrir huecos a Villa, un delantero que ha demostrado que no necesita  compañía arriba para ser el mejor goleador español.





Fábregas encajaría con todos los sistemas que ha probado Del Bosque: en el 4-3-3, formando la media con Busquets y Xavi, e Iniesta y Silva más avanzados, y con el 4-1-4-1 o 4-5-1, cerca de Villa. La selección no se puede permitir el lujo de dejar en el banquillo a un jugador como él. Aunque el propio Cesc debe dar un puñetazo definitivo sobre la mesa. Tiene una oportunidad inmejorable: el próximo Francia-España en Sant Denís, al que previsiblemente no acudirá Torres por su lesión de rodilla.

miércoles, 20 de enero de 2010

Laporta ya tiene su foto




Pep Guardiola ha anunciado su intención de seguir al frente del  F.C. Barcelona la próxima campaña, alejando así cualquier especulación sobre su marcha del club azulgrana. Una declaración de intenciones que tendár que ser confirmada por el presidente elegido en las elecciones que vivirá el club en los próximos meses. Guardiola, siempre sensato en sus actos ( no siempre en sus declaraciones), no quiere atar al futuro mandatario, al mismo tiempo que quiere sentirse respaldado por todos los candatos. 


Este inesperado anuncio tiene un componente simbólico importante. Los debates y tertulias que en las últimas semanas rodeaban al Barça no dirimían aspectos deportivos, sino la renovación o no de Pep y su posible marcha, algo que al propio entrenador no ha gustado. Unas especulaciones alimentadas por el propio presidente Joan Laporta, que llegó a hablar de alternativas si Guardiola no daba una respuesta positiva antes de Semana Santa. 



Con el anuncio de hoy, Guardiola quiere cerrar un debate  que monopolizaba la actualidad diaria de su equipo, acallando los rumores y también la boca de su presidente, que en sus últimos meses de mandato se ha convertido en un incordio para la primera plantilla blaugrana. Como buen aspirante a engordar la mediocre clase política de nuestro país, Laporta ha buscado la foto de la renovación de su entrenador. Y la ha conseguido, pero a medias. Él no será quien renueve a Guardiola. Con sus presiones, quiso llevar la iniciativa de una negociación que sólo un entrenador que ha conseguido 6 títulos en un año puede llevar. Pep devuelve el foco de la actualidad a sus jugadores y sus actuaciones en el campo, un foco que su presidente les arrebata  cada poco tiempo, ya sea con su desbordada ambición política, con actitudes impresentables,  o con presiones poco éticas hacia su entrenador. Una vez más, gana Guardiola. Una vez más, Laporta queda en evidencia. 

jueves, 14 de enero de 2010

El penúltimo fracaso del Liverpool

Eliminado de la Champions, de la Carling Cup y sin opciones en la Premier League, la F.A. Cup se le presentaba al Liverpool como la penúltima tabla de salvación en una temporada nefasta. Pero, como en el resto de competiciones que ha disputado, el resultado ha sido un considerable ridículo. Su derrota por 1-2 en Anfield ante el Reading, equipo que coquetea con el descenso en la First Division, no hace sino ahondar en un hecho innegable: la plantilla que ha confeccionado Rafael Benítez no da para más. Otra vez.




Al Liverpool sólo le queda la Europa League, pero observando los antecedentes, no es ni mucho menos un aspirante a llegar muy lejos en la competición. Después de fichar a más de 70 jugadores en 5 años, (73 con el último, Maxi) Benítez continúa formando plantillas de ínfima calidad. Salvo la temporada pasada, nunca ha peleado por ganar la Premier League, y continúa viviendo de las rentas que le supuso ganar la Champions League en Estambul. Este Liverpool no juega a nada. Es rácano, plano, aburrido, y ya ni siquiera es correcto tácticamente.

Su calidad individual es mínima. Vive apoyado en la garra de Gerrard y en el acierto goleador de Fernando Torres, pero las continuas lesiones de ambos durante el presente ejercicio han dejado huérfano al cuadro de Benítez. La debacle ante el Reading ha venido acompañada de las lesiones de sus tres mejores jugadores: Torres tendrá que pasar por quirófano por una lesión en la rodilla derecha y estará 6 semanas de baja, Benayoun entre 3 y 4, y Gerrard dos. Una mediocridad que ha aumentado tras la marcha de Xabi Alonso, un error clave responsabilidad única del entrenador español, que en su día prefirió fichar al inglés Gareth Barry para, al final, quedarse sin ninguno de los dos, quedando un centro del campo formado por Mascherano, un extraño elemento llamado Lucas Leiva, y Aquilani, al que fichó lesionado y cuyo nivel como futbolista es muy inferior al del mediocentro del Real Madrid.



En su alineación titular caben nombres como el del cada vez más decadente Carragher, un lateral zurdo inexperto como Insúa, el ya mencionado Leiva, o como Dirk Kuyt, un delantero cuya nula calidad para el fútbol de alto nivel le ha hecho reconvertirse en un interior diestro con la entrega como único valor destacable. Lo peor, es que son mucho mejores de lo que hay en el banquillo. No parece que el fichaje de Maxi Rodríguez, una camiseta andante en su último año y medio, vaya a mejorar las cosas. Hasta Benítez sabe qué nivel ha mostrado el jugador argentino.



Rafa alude a la falta de dinero para formar un equipo que opte a todo, algo que no tuvo demasiado en cuenta al renovar hasta 2014 con un contrato propio del mejor entrenador del mundo. Pero por resultados, juego y jugadores firmados, ni mucho menos lo es. Se van a cumplir veinte años de la última liga ganada por el Liverpool, con “King” Kenny Dalglish en el banquillo. Mucho ha cambiado en este club, que todavía no sabe lo que es ganar una Premier League. A Rafa sólo le sostiene la irracional idolatría que le profesa el público de Anfield, y, por encima de todo, un contrato multimillonario.


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