Sobre bengalas e iluminados

La sombra de la violencia en los campos de fútbol volvió a asomarse este fin de semana a nuestros estadios. Los incidentes protagonizados por los Boixos Nois, y las detenciones de una veintena de sevillistas armados hasta los dientes cerca del Calderón dejan claro que algo no funciona, ni en la organización del fútbol español ni en la sociedad. Nuestro equipo de fútbol puede marcarnos en mayor o en menor medida, y es mas o menos comprensible que alguien sienta a su club como una forma de vida. Pero no lo es tanto que se busque dañar a un tercero por esa pasión desmedida y personal. El fútbol es un juego. Un negocio también, pero un juego, y a la gran mayoría de los aficionados no nos da de comer.

Como en todos los aspectos de la vida, la educación juega un papel primordial. El que tira las bengalas, no lo hace por casualidad. El que pega palizas a los rivales, no lo hace porque se le cruce un cable en un momento dado. El que entra a un campo de fútbol hasta arriba de alcohol no lo hace sólo en un partido. La violencia en el fútbol lleva a un doble debate: el sociológico y el futbolístico. El sociológico es más grave y profundo. El futbolístico podemos analizarlo con menos riesgo de quedar como ignorantes redomados.

La primera cuestión es: ¿de dónde sacan las entradas los Boixos? Tratando de resolver está incógnita andan las directivas de Espanyol y Barça, tirándose la pelota y los trastos a la cabeza. Otra: ¿se cachea bien en los estadios? Es evidente que no, pero no sólo por el caso de Montjuic. Por la experiencia de ir con frecuencia a una zona de un estadio donde se cachea a todo el mundo, puedo decir que los cacheos son un poco “Light”. Si llevas mochila: “Enseñame la mochila”. Se la enseñas, te tocan el bocata, que es lo más duro (que podría ser una bengala), y “pa´adelante”. La única experiencia como aficionado visitante ha sido en Mestalla, y el cacheo si fue más intenso. Por tanto, que los Boixos entraran con unas cuantas bengalas al interior de Montjuic es responsabilidad, única y exclusivamente, del Espanyol, por ser quien contrata la seguridad del estadio.

Pero, un tema incomprensible y que aún no ha salido al debate mediático, es: ¿por qué la mayoría de los equipos ubican a las aficiones rivales en lo más alto de sus estadios, con los riesgos que conlleva? En el Camp Nou, en el Bernabéu, en el Calderón, en Mestalla… colocan a los hinchas foráneos, normalmente ultras, encima de sus aficiones, lo que permite a los más descerebrados arrojar lo que les plazca a los que están viendo el partido en su butaca habitual.

El ejemplo, una vez más, y aunque parezca raro hablando de “ultras”, es Inglaterra. En todos, absolutamente todos los campos de la Premier, e incluso la First Division, las aficiones visitantes se colocan en el primer anfiteatro, pegados al césped, aislados del resto de aficionados por los “Stewards”, cuerpos entrenados especialmente para grandes acontecimientos como un partido de fútbol de primer nivel, y también por varias filas de butacas. Resultado: miles de hinchas rivales viajan con sus equipos, dando un gran colorido a los partidos. Aquí, en el mejor de los casos, y cuando los equipos no ponen precios abusivos, se moviliza a un millar.

Aficionados del Liverpool separados de los hinchas del Everton el pasado sábado

Y algo que tampoco ayuda nada es el horario. El partido de Montjuic comenzó a las 22 de la noche. Una tarde y noche enteras para pasarlas entre cubata y cubata, para entrar “calentitos” al fútbol. Y esto es responsabilidad de las televisiones y su afán por ganar audiencia. Un partido a las 22:00 es negativo para todos, incluso para las mismas televisiones. Ya en las últimas temporadas en que las autonómicas emitían el partido de los sábados, la audiencia bajaba de forma progresiva. Y actualmente, en la Sexta, un derby como el del otro día no pasa del 18,4 % de cuota de pantalla.

LFP, Federación, directivas, jugadores, televisiones y medios de comunicación. Todos tienen su parte de responsabilidad. Y todos deben trabajar para evitar alguna desgracia, que llegará si no se toman medidas.

PD: Martes, vuelve la Champions. Y como este blog está dedicado a esa competición, hablaremos de la segunda jornada en profundidad.